El pasado sábado estuvimos en el Teatro La Latina disfrutando de "la comedia más gamberra y divertida": La loca, loca historia de Ben-Hur, escrita por Nancho Novo y con el sello de Yllana.
Inspirada en la película de 1959, Nancho Novo e Yllana se unen para hacer una versión divertidísima de esta historia en la que hay "mucha pluma" (¿quizá de ahí venga lo de loca, loca historia?)
Como novedad, el uso del Teatromascope, con el que consiguen dar mayor espectacularidad a algunas escenas como el momento en el que la teja cae hiriendo al gobernador romano, la famosa batalla naval, la carrera de cuádrigas (que para mí, es lo más logrado).....
Agustín Jiménez, Elena Lombao, Víctor Massán, Fael García, Richard Collins-Moore y Maria Lanau, son los responsables, dando vida a multitud de personajes, de que el espectador esté durante casi dos horas disfrutando de su humor y riendo a carcajadas.
Recomendable 100%
Hasta pronto amigos!!
jueves, 11 de abril de 2019
martes, 9 de abril de 2019
"Crucero por tierra: Cannes"
Después de visitar Milán, nuestro siguiente destino fue Cannes, la ciudad del cine, de los yates y del glamour. Es una ciudad pequeña que se recorre en poco tiempo. Una vez en el paseo marítimo, todo queda muy cerca.
La Promenade de la Croisette es uno de los paseos al borde del Mediterráneo más famosos del mundo. Aquí podéis ver el Palais des Festivals, que es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad pues allí todos los años, a mediados de mayo, se extiende una alfombra roja para los actores más famosos de Hollywood y de todo el mundo. Durante el verano la escalinata con su alfombra es un escenario en el que todos los turistas quieren fotografiarse.
Alrededor del Palacio de Festivales puedes ver en el suelo la huellas de los famosos.
Otros edificios interesantes son el Hotel Carlton Intercontinental, el Hotel Martínez, el Majestic o el Palacio Stephanie, todos ellos reflejo del galmour y el lujo que hay en la ciudad.
También está el Casino, cuyo edificio se asemeja a un barco y, quizá lo más entretenido sea pasear por el puerto y contemplar los yates de lujo que están allí amarrados.
El Ayuntamiento (Hôtel de Ville), construido en 1876, está en una pequeña plaza ajardinada. Y frente a él, dos originales caramelos-bandera de la artista Laurence Jenkell.
La Rue Meynadier es una calle comercial muy animada en la que puedes encontrar productos locales y tiendas de todo tipo.
El Puerto Antiguo está debajo del casco histórico. Aquí también puedes ver numerosos veleros y yates.
Nos faltó conocer Le Suquet, el casco antiguo de la ciudad con sus murallas y su torre. Nuestro tiempo no dió para más, pero, a pesar de ello, lo que vimos nos encantó y lo disfrutamos mucho.
Os dejo con alguna imagen más de esta "ciudad del glamour".
Hasta pronto amigos!!
La Promenade de la Croisette es uno de los paseos al borde del Mediterráneo más famosos del mundo. Aquí podéis ver el Palais des Festivals, que es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad pues allí todos los años, a mediados de mayo, se extiende una alfombra roja para los actores más famosos de Hollywood y de todo el mundo. Durante el verano la escalinata con su alfombra es un escenario en el que todos los turistas quieren fotografiarse.
Alrededor del Palacio de Festivales puedes ver en el suelo la huellas de los famosos.
También está el Casino, cuyo edificio se asemeja a un barco y, quizá lo más entretenido sea pasear por el puerto y contemplar los yates de lujo que están allí amarrados.
El Ayuntamiento (Hôtel de Ville), construido en 1876, está en una pequeña plaza ajardinada. Y frente a él, dos originales caramelos-bandera de la artista Laurence Jenkell.
La Rue Meynadier es una calle comercial muy animada en la que puedes encontrar productos locales y tiendas de todo tipo.
El Puerto Antiguo está debajo del casco histórico. Aquí también puedes ver numerosos veleros y yates.
Nos faltó conocer Le Suquet, el casco antiguo de la ciudad con sus murallas y su torre. Nuestro tiempo no dió para más, pero, a pesar de ello, lo que vimos nos encantó y lo disfrutamos mucho.
Os dejo con alguna imagen más de esta "ciudad del glamour".
Hasta pronto amigos!!
martes, 2 de abril de 2019
"Crucero por tierra: Milán"
Milán es una gran ciudad que necesita varios días para poder conocerla. Nosotros íbamos de paso, pues ya estábamos de vuelta a casa, pero las 20 horas que estuvimos allí nos permitieron ver lo maravillosa que es. Os cuento brevemente nuestro paseo por la "capital de la moda".
En pleno corazón de la ciudad está el Duomo, grandiosa catedral gótica que comenzó a construirse en el año 1386 con una duración de cinco siglos. Su exterior está revestido de mármol blanco rosado y en su parte superior hay infinidad de pináculos y torres coronadas por estatuas que contemplan la ciudad.
Junto a la catedral, podéis ver otro sitio emblemático de Milán: la Gallería Vittorio Emanuele II. Conocida como "el Salón de Milán", es una galería comercial diseñada en el siglo XIX, en la que se encuentran las tiendas más famosas y elegantes de la ciudad.
Está formada por dos arcadas prependiculares con bóveda de vidrio. El espacio central, donde se cruzan ambas arcadas, es octogonal con una gran cúpula de cristal.
El suelo también merece un vistazo... Hay varios mosaicos y entre ellos, un escudo con un toro. Dicen que si das tres vueltas sobre él con los ojos cerrados, te traerá suerte.
La Gallería conecta la Plaza del Duomo con la Plaza de la Scalla, donde se encuentra el famoso Teatro del mismo nombre.
En esta plaza ajardinada también podéis ver el monumento a Leonardo da Vinci.
El Corso Vittorio Emanuele II es una calle comercial que une la Piazza del Duomo con la Piazza San Babila, lugar de encuentro entre los jóvenes milaneses y donde se encuentra la Iglesia del mismo nombre.
La Iglesia de San Babila, de estilo milanés neorrománico, fue construida en el siglo XI sobre las ruinas de una iglesia anterior. Frente a ella, está la Columna del León, del siglo XVII, que lleva el emblema del barrio de la Puerta Oriental.
La Iglesia de San Carlo al Corso se encuentra en la calle Corso Vittorio Emanuele II. Es una iglesia católica dedicada a San Carlos Borromeo, gran obispo de Milán. Fue construida en lugar de la iglesia medieval de Santa María dei Servi, en estilo neoclásico e inspirado en el Panteón de Roma.
Milán tiene una fantástica red de transporte público con 4 líneas de metro, 18 de tranvías y más de 80 líneas de autobuses. Durante las horas que estuvimos allí, nos desplazamos en metro y tranvía, y en uno de estos últimos nos acercamos a ver la Estación Central. Los tranvías circulan por Milán desde 1876, cuando eran arrastrados por caballos, y desde entonces nunca han dejado de utilizarse. De hecho podéis ver desde los tranvías más modernos hasta tranvías históricos.
La Estación Central es una de las más grandes de Europa. Inspirada en el modernismo del siglo XX, fue inaugurada en 1931 y fue evolucionando hasta convertirse en una majestuosa construcción tras la llegada de Mussolini al poder. Este quería que la estación representara el gran poder del régimen fascista.
Otro sitio interesante es el Castillo Sforzesco, que fue construido como fortaleza en el siglo XIV. Más tarde fue reformado para que fuera el palacio del Duque de Milán y fue prácticamente destruido durante la revolución y fundación de la República Ambrosiana. Finalmente, la familia Sforza lo reformó y el Duque de Sforza le dió popularidad con la celebración de magníficas fiestas y galas donde se daban cita las personas más ilustres de la corte. A lo largo de su historia sufrió daños y posteriores reformas varias veces. Actualmente alberga varios museos y exposiciones.
Junto al Castillo se encuentra el Parque Sempione, que fue diseñado en el estilo de los jardines ingleses y construido entre 1890 y 1893. Allí, entre otras cosas, podéis ver el Arco della Pace, que comenzó a construirse en 1807 para conmemorar las victorias de Napoleón pero la construcción fue interrumpida y retomada en 1826 para celebrar la paz de 1815.
Antes de irme, os voy a enseñar un sitio muy interesante donde pudimos reponer fuerzas antes de marcharnos de Milán. Se trata de Signorvino, en la Vía Dante 15, una vinoteca y restaurante donde además de comprar vinos de cualquier zona italiana puedes disfrutar de unos platos de su cocina tradicional de primera calidad. Nos encantó la experiencia.
Pues hasta aquí nuestra experiencia milanesa. Un primer acercamiento a una ciudad que merece dedicarle varios días. Otra vez será...
Hasta pronto amigos!!
En pleno corazón de la ciudad está el Duomo, grandiosa catedral gótica que comenzó a construirse en el año 1386 con una duración de cinco siglos. Su exterior está revestido de mármol blanco rosado y en su parte superior hay infinidad de pináculos y torres coronadas por estatuas que contemplan la ciudad.
Junto a la catedral, podéis ver otro sitio emblemático de Milán: la Gallería Vittorio Emanuele II. Conocida como "el Salón de Milán", es una galería comercial diseñada en el siglo XIX, en la que se encuentran las tiendas más famosas y elegantes de la ciudad.
Está formada por dos arcadas prependiculares con bóveda de vidrio. El espacio central, donde se cruzan ambas arcadas, es octogonal con una gran cúpula de cristal.
El suelo también merece un vistazo... Hay varios mosaicos y entre ellos, un escudo con un toro. Dicen que si das tres vueltas sobre él con los ojos cerrados, te traerá suerte.
La Gallería conecta la Plaza del Duomo con la Plaza de la Scalla, donde se encuentra el famoso Teatro del mismo nombre.
En esta plaza ajardinada también podéis ver el monumento a Leonardo da Vinci.
El Corso Vittorio Emanuele II es una calle comercial que une la Piazza del Duomo con la Piazza San Babila, lugar de encuentro entre los jóvenes milaneses y donde se encuentra la Iglesia del mismo nombre.
La Iglesia de San Babila, de estilo milanés neorrománico, fue construida en el siglo XI sobre las ruinas de una iglesia anterior. Frente a ella, está la Columna del León, del siglo XVII, que lleva el emblema del barrio de la Puerta Oriental.
La Iglesia de San Carlo al Corso se encuentra en la calle Corso Vittorio Emanuele II. Es una iglesia católica dedicada a San Carlos Borromeo, gran obispo de Milán. Fue construida en lugar de la iglesia medieval de Santa María dei Servi, en estilo neoclásico e inspirado en el Panteón de Roma.
Milán tiene una fantástica red de transporte público con 4 líneas de metro, 18 de tranvías y más de 80 líneas de autobuses. Durante las horas que estuvimos allí, nos desplazamos en metro y tranvía, y en uno de estos últimos nos acercamos a ver la Estación Central. Los tranvías circulan por Milán desde 1876, cuando eran arrastrados por caballos, y desde entonces nunca han dejado de utilizarse. De hecho podéis ver desde los tranvías más modernos hasta tranvías históricos.
La Estación Central es una de las más grandes de Europa. Inspirada en el modernismo del siglo XX, fue inaugurada en 1931 y fue evolucionando hasta convertirse en una majestuosa construcción tras la llegada de Mussolini al poder. Este quería que la estación representara el gran poder del régimen fascista.
Otro sitio interesante es el Castillo Sforzesco, que fue construido como fortaleza en el siglo XIV. Más tarde fue reformado para que fuera el palacio del Duque de Milán y fue prácticamente destruido durante la revolución y fundación de la República Ambrosiana. Finalmente, la familia Sforza lo reformó y el Duque de Sforza le dió popularidad con la celebración de magníficas fiestas y galas donde se daban cita las personas más ilustres de la corte. A lo largo de su historia sufrió daños y posteriores reformas varias veces. Actualmente alberga varios museos y exposiciones.
Junto al Castillo se encuentra el Parque Sempione, que fue diseñado en el estilo de los jardines ingleses y construido entre 1890 y 1893. Allí, entre otras cosas, podéis ver el Arco della Pace, que comenzó a construirse en 1807 para conmemorar las victorias de Napoleón pero la construcción fue interrumpida y retomada en 1826 para celebrar la paz de 1815.
Antes de irme, os voy a enseñar un sitio muy interesante donde pudimos reponer fuerzas antes de marcharnos de Milán. Se trata de Signorvino, en la Vía Dante 15, una vinoteca y restaurante donde además de comprar vinos de cualquier zona italiana puedes disfrutar de unos platos de su cocina tradicional de primera calidad. Nos encantó la experiencia.
Pues hasta aquí nuestra experiencia milanesa. Un primer acercamiento a una ciudad que merece dedicarle varios días. Otra vez será...
Hasta pronto amigos!!
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