martes, 30 de octubre de 2018

"Crucero por tierra: Florencia"

Florencia, cuna del renacimiento italiano. Una ciudad donde se respira arte en cada rincón.
El Duomo es lo que más me impresionó. Fue la noche que llegamos. Íbamos paseando por la Vía Camillo Cavour cuando, de repente, apareció. Monumental, impresionante, colosal, un edificio grandioso en un espacio tan recogido... porque aunque la plaza del Duomo es grande, al lado de la catedral parece pequeña.
La Catedral de Santa María del Fiore, tiene una preciosa fachada de mármol blanco y verde. Se comenzó a construir en 1296 y sus obras finalizaron en 1368. Es una de las iglesias más grandes del cristianismo. Tiene una enorme cúpula, de 45 metro de diámetro y 100 metros de altura construida, en ladrillo, por Brunelleschi 124 años más tarde. Éste la diseñó como dos cúpulas, una dentro de la otra.
Se puede subir a la cúpula, así como al Campanile de Giotto
Las escenas del Juicio Final que se pueden observar en la cúpula interior son de Vasari y Zuccaro, y están entre las pinturas murales más grandes del mundo. 
Frente al Duomo está el Baptisterio de San Juan. Es el edificio más antiguo de la plaza.
Si caminamos un poco más hacia el río, nos encontramos la Galería de los Ufizzi, uno de los museos más grandes del mundo, del que os hablaré en el próximo post.
No podéis dejar de cruzar y admirar el famoso Ponte Vecchio, otro icono de la ciudad. Data del año 1345 y en los siglos XV y XVI, sus casas colgantes estaban ocupadas por carniceros y matarifes, pero cuando la corte se mudó al Palacio Pitti, el rey ordenó cerrar las tiendas por el mal olor. Desde entonces, están ocupadas por joyeros y orfebres.
En esa época también se construyó el Corredor Vasariano, un corredor que comunica el Palacio Vecchio con el Palacio Pitti pasando sobre el puente.
En esta foto tomada desde la Galería Uffizi, se ve muy bien el corredor Vasariano
En la Fontana del Porcellino hay una pequeña estatua de bronce que representa un jabalí. Es tradición que todo aquel viajero que desee volver a Florencia o tener buena suerte en la vida, frote con su mano el hocico del animal. Os podéis imaginar el desgaste... afortunadamente ésta no es la estatua original, es una réplica.
Hay otro sitio emblemático que tenéis que visitar: la Piazzale Michelangelo. Presidida por una réplica del David de Miguel Ángel, es uno de los mejores miradores de Florencia. La gente sube antes de la puesta de sol, buscando la mejor imagen de la ciudad al atardecer.
Otro sitio que no os podéis perder es la Galería de la Academia, donde se encuentra el famosísimo David de Miguel Ángel. Es impresionante. Hay que estar allí para poder emocionarte viendo una OBRA MAESTRA como ésta, realizada por un gran genio. No olvidemos, que está realizada entre 1501 y 1504, en mármol blanco y con unas grandísimas dimensiones. Junto con la Catedral, fueron las dos cosas que me hicieron emocionar en Florencia.
Aquí también podéis ver otras esculturas, pintura religiosa y, además, hay una exposición permanente de instrumentos musicales, donde se exponen verdaderas joyas.
Una de las iglesias más importantes de la ciudad es la de Santa Maria Novella, declarada Patrimonio de la Humanidad. Luce una fachada de mármol que se encuentra entre las más importantes del Renacimiento florentino.
No me quiero extender más. Como os dije al principio de este post, Florencia es una ciudad en la que hay arte por todos los rincones. 
Durante nuestra estancia allí, el segundo día hicimos una escapada a la región de Chianti, pero eso os lo contaré otro día.
Ahora os dejo con alguna imagen del Mercado Central, un espacio gastronómico que merece una visita.
Se me olvidaba deciros que interesa llevar compradas con antelación las entradas a cualquiera de los sitios que queráis visitar y así evitaréis hacer eternas colas. Buscad las páginas oficiales de cada sitio.
Hasta pronto amigos!!

viernes, 26 de octubre de 2018

Paseo por Zamora

No es la primera vez (ni será la última) que os cuento cosas de Zamora. Os hablé de sus tapas y de algún bonito rincón de la ciudad en este post, y hoy os voy a contar otro paseo que dimos, no hace mucho, por la orilla del río.
Las Aceñas de Olivares son un conjunto de molinos edificados dentro del río Duero, cuya implantación en Zamora se conoce desde el siglo X. Eran industrias cuya relevancia económica hizo que estuvieran bajo el dominio de la nobleza o de la Iglesia, como es el caso de éstas, que dependían del Cabildo catedralicio.
Estos edificios han sido restaurados y los mecanismos que se pueden observar en ellos son reproducciones de los que debieron existir en este tramo del Duero hasta que dejaron de utilizarse en el siglo XX.
Mazo o Martinete
Batán o Pisón
Molino Harinero
Hay tres aceñas, cada una con un nombre: La Primera, la Manca y la Rubisca. La parte superior se ha dedicado a exposiciones aunque me han parecido un poco descuidadas.
Muy cerca de allí podemos ver el famoso Puente de Piedra que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Fue construido en el siglo XII en sustitución al puente romano que unía el centro con los barrios del otro margen del río. Consta de 16 arcos apuntados con aliviaderos y cruza la parte más ancha del río.
Desde aquí, subiendo por la calle Cabildo y cruzando la Puerta del Obispo, llegamos a la Catedral.
La Catedral de Zamora data del siglo XII y es una de las más pequeñas y antiguas de Castilla y León. Fue declarada Monumento Nacional en el año 1889.
Su principal característica es su cimborrio, de influencia bizantina y con escamas de piedra.
En el interior podéis ver un precioso retablo mayor (diseñado por Ventura Rodríguez), magníficas rejas castellanas del primer renacimiento, varias capillas que se fueron añadiendo al edificio románico, entre otras cosas. Os muestro alguna imagen.

Del exterior, además del cimborrio, cabe destacar la Portada del Obispo, que es la única puerta que se conserva íntegramente.
Junto a ésta, podéis ver el Palacio Episcopal, edificio de estilo neoclásico construido en el siglo XVIII sobre otro ya existente.
Muy cerca de la Catedral, está el Castillo. No está muy claro si lo mandó construir Alfonso II de Asturias o Fernando  I de León, pero de lo que no hay duda es de que data de mediados del siglo XII. Se conserva la planta y alguna torre, desde la que hay magníficas vistas de la ciudad. y de la catedral.
Siguiendo la muralla, os encontraréis el Portillo de la Lealtad, antes llamado Puerta de la Traición, que es un acceso al primer recinto amurallado de la ciudad. Según la leyenda, por esta puerta entró Bellido Dolfos tras dar muerte al rey Sancho de Castilla y liberar del cerco a la ciudad de Zamora.
A la derecha de esta puerta, está la Iglesia de San Isidoro, de finales del siglo XII y situada dentro del primer recinto amurallado. Fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en el año 2013.
Pues hasta aquí llegó nuestro paseo por Zamora. Todavía hay mucho más por ver, así que queda pendiente.  Espero que os haya gustado esta "pizquita zamorana" y sirva para conocer un poquito más esta preciosa y desconocida ciudad.
Os dejo con un poema de Blas de Otero que luce en una de las Aceñas.
"Zamora era de oro,
Ávila de plata.
Contra el azul del cielo 
torres se dibujaban.
Románicos mosaicos,
ágiles espadañas, 
Zamora de oro,
Ávila de plata."
Hasta pronto amigos!!