En la época romana ya se sabía del aprovechamiento de las aguas termales. En el siglo XVIII ya se tenían noticias de las aguas curativas de Cortegada y en 1816 había una casa de baños reconocida por Fernando VII que contaba, incluso, con un director médico. Estas aguas llegaron a tener tanta fama que por bastante tiempo lo llamaron Cortegada de Baños.
Entre 1960 y 1970 se construyó el embalse de Frieia lo que hizo que el nivel del agua subiera considerablemente y que varias surgencias y pilones quedaran inundados para siempre. La balconada que asoma al río, a veces queda a nivel del agua.
Las aguas del balneario son ricas en azufre e hierro, tienen una temperatura de 38º y son recomendadas para enfermedades respiratorias, de la piel, gastrointestinales, hepáticas y genitourinarias.
En este lugar podéis encontrar una fuente con agua ferruginosa que dicen es buena para los casos de anemia.
En 2015 se abrió un moderno balneario situado por encima del antiguo y cerca del mirador de O Coto da Pena. Este mirador está construido en madera sobre un macizo rocoso que forma un balcón sobre el río a 30 metros de altura. Desde aquí hay unas fantásticas vistas del río y el histórico balneario.
Un bonito lugar en un entorno precioso que bien merece una visita.
Hasta pronto amigos!!