sábado, 11 de febrero de 2017

Ámsterdam (I)






Ámsterdam es una ciudad muy bulliciosa y estresante. Las bicicletas circulan sin parar y muchas veces no sabes por donde van a aparecer ni hacia donde mirar cuando vas a cruzar una calle... Hay mucha actividad y muchos turistas, pero a pesar de todo, merece la pena visitarla.
Es una gran ciudad que es difícil visitar en pocas horas. Ese era el tiempo que tenía cuando estuve, unas horas, así que la mejor opción que vi para hacerme una idea de cómo es, fue el crucero por los canales, aunque también he visitado alguna zona a pie.
Frente a la Estación Central hay muchas opciones de barcos que te ofrecen distintos tours. Incluso si estás más tiempo, me parece una buena idea hacerlo para luego saber moverte por la ciudad o para saber por donde te interesa más moverte....
Pues esta estación es un buen punto de partida para enseñaros algunas cosas y curiosidades de esta ciudad. Es de estilo neorrenacentista y fue construida a finales del s. XIX. Se edificó sobre una isla artificial y su estructura la sujetan miles de pilares de madera!!!


Muy cerca de allí, al otro lado del canal, podéis ver la Iglesia de San Nicolás, patrón de los marineros. Desde la Edad Media, Ámsterdam fue un centro de mucha actividad comercial: los barcos navegaban a través del Mar Báltico cargando cereales, textiles, madera y sal. No solo San Nicolás hace referencia a los marineros veremos más edificios relacionados con ellos...
La Torre de las lágrimas (s. XV)  formaba parte de la antigua muralla. Se llama así porque allí, muchas mujeres despedían llorando a sus maridos cuando partían al mar.
A través de los años, la mayor parte del terreno de Ámsterdam se le ganó al mar. Para ello construyeron diques y utilizaron  molinos de viento y bombas de agua para secar las tierras que deseaban.  Holanda es pionera en cuestión de controlar los niveles del mar.
La torre Montelbaanstoren (s. XVI) también formó parte de la muralla. Era el lugar donde los marineros se reunían antes de zarpar al mar. Los viajes eran largos y difíciles y muchos de ellos no regresaban. Aquí también venían sus mujeres a despedirse, quizá para siempre...


Esta torre está en Oudeschans que fue la zanja exterior de la muralla y en el siglo XVI sirvió como canal de defensa.
Todos los canales de la ciudad han tenidos una o varias utilidades: transporte, línea de defensa o manejo del nivel de aguas. El Oudeschans, por su tamaño y localización se ha utilizado para todo. Al ser el canal más ancho, por él navegaban los barcos más grandes y al estar cerca del puerto era el lugar ideal para descargar mercancías.
Durante el paseo en barco, pasamos por la esclusa más antigua de la ciudad. Allí hay un pequeño edificio que era la casa del encargado de las esclusas. Actualmente es un bar.
Actualmente la mayoría de los canales se utilizan como medio de  transporte y para manejar el nivel del agua pero además tienen una nueva utilidad que es un lugar donde vivir.

Después de la Segunda Guerra Mundial, debido a la demanda de viviendas, los antiguos barcos comenzaron a utilizarse con ese fin y durante los años 60 y 70 el número de casas flotantes aumentó por el mismo motivo, la creciente demanda de viviendas además de que eran sitios baratos donde vivir. Actualmente hay unas 2500, unos son antiguos veleros, otras son casas sobre plataformas flotantes. Estas viviendas tienen agua, gas, electricidad y sistema de alcantarillado y sus dueños pagan unos impuestos especiales. Sobra decir que ya no es barato vivir en ellas además de la imposibilidad de conseguir una en propiedad....
Hay un mercadillo muy famoso que es el Mercado de las Pulgas. Está en Waterlooplain, junto al ayuntamiento y tiene más de 100 años de historia. La plaza original fue una isla construida en el s. XVII para alojar a los colonos judíos. Con el tiempo se llamó isla de las pulgas (Vloonburg) dando nombre al bullicioso mercado que se hacía allí. Durante siglos comerciantes judíos vendían aquí sus mercancías. Se puede visitar de lunes a sábado.
Trasera de algunos puestos vistos desde el canal
En Ámsterdam llama mucho la atención el hecho de que sus edificios están inclinados y torcidos. Se inclinan porque el terreno es muy blando (mezcla de arena, tierra y turba) y este es el motivo por el que los edificios se diseñaron para ser lo más ligero posible, no son muy altos y tienen muchas ventanas.
Para que fueran estables se construían sobre una base de pilares de madera enterrados hasta 15 metros pero si estos pilares estaban expuestos al aire se empezaban a pudrir y los edificios podían hundirse o inclinarse. Hoy en día los niveles de agua se controlan minuciosamente para minimizar esa putrefacción.
Un ejemplo de esto son las Casas bailarinas, que están junto al río Amstel. Es un grupo de casas inclinadas sin ton ni son. La inclinación de las casas no solo es debida a la putrefacción de los pilares de madera, la inclinación hacia delante se hacía intencionadamente, de hecho una ley del s. XVI ponía límites en cuanto a la inclinación permitida. El motivo os lo contaré más adelante....


Enfrente podéis ver el Teatro de la Ópera, que comparte edificio con el ayuntamiento: Stopera
He oído dos versiones del por qué de ese nombre. Una es que al compartir edificio con el ayuntamiento (Stadhuis en neerlandés) es la mezcla de ambos nombres.
Otra es que se organizaron grandes protestas en contra de esta obra arquitectónica (en mi opinión es bastante discordante con el estilo del barrio en el que está), el grupo que estaba en contra de su construcción se llamaba "Stop the opera" y de ahí viene el nombre.
Es la sede del Ballet Nacional de Holanda, de la Ópera Neerlandesa y de la Orquesta del Ballet.

Muy cerca de aquí, al otro lado del río Amstel, está Rembrandtplein. Una plaza en honor al famoso pintor, que vivió en una casa muy cerca de este lugar. Esta plaza tiene mucho ambiente de bares y restaurantes donde poder reponer fuerzas....
Caminando hacia el norte, llegas al famoso Mercado de las Flores (Bloemenmarkt) Puestos de flores, bulbos, souvenirs... junto al canal Singel.
Allí mismo hay otra torre, la Munttoren que originalmente fue una puerta de la muralla medieval de la ciudad.
A principios del s. XVII , en la época de gran crecimiento de la ciudad, se añadieron a ésta tres canales circulares: Herengracht (canal de los señores), Keizersgracht (canal del emperador) y Prinsengracht (canal del príncipe).
Los ciudadanos más ricos, constructores de buques, mercaderes, políticos y personas influyentes, construyeron mansiones elegantes en Herengracht. Aquí vivían los comerciantes, que en el s. XVII ganaban el equivalente a 700.000 euros al mes!!! Eran los más ricos entre los ricos. Actualmente, las mansiones de esta zona se utilizan para negocios pues es difícil permitirse vivir en ellas...a excepción del alcalde de la ciudad que vive en el 502 de Herengracht.
En esa época era la ciudad más importante de Europa por varias razones: tenía los astilleros más grandes y modernos del continente, los comerciantes navegaban más lejos que el resto y se organizaron en compañías como la de las Indias Orientales y Occidentales; los beneficios por el comercio del grano, especias, porcelana, piedras preciosas y tejidos eran enormes...
Restrcciones en la construcción limitaban las casas a un ancho de no más de 6 metros aunque aquellos que se lo podían permitir, construían en dos parcelas una casa doble. Algunas de esas casas dobles tienen dos fachadas diferentes. No había restricciones en cuanto al largo.

Keizergacht era para la clase media y Prinsengracht tenía un aire más industrial. Éste último es el único que conectaba directamente con el puerto.
La mayoría de las casas son de ladrillo, la piedra era para las casas más ricas pues tenía que ser importada. También están rematadas en unos gabletes decorativos en la línea de techo, de distintas formas y estilos: Gablete de pico (el más antiguo), de peldaño (s. XVII), de cuello y de campana. Todos tienen en común el montacargas: la escaleras interiores eran tan estrechas y empinadas que las mercancías y muebles tenían que ser alzados con una cuerda fuerte, un gancho y una polea (este es el motivo por el que las casas tienen una inclinación hacia delante) . Los alimentos se solían almacenar en la parte superior para protegerlos de las frecuentes inundaciones de la ciudad. Hoy en día se siguen construyendo las casas con escaleras estrechas y poleas.
Os dejo unas imágenes donde podéis ver gabletes, montacargas, inclinaciones varias... y con esto me despido hasta la próxima entrega.








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