Pues hemos visitado el Museo Sorolla que, por cierto, me ha encantado.´
Situado en la calle Martínez Campos nº 37, este museo se creó en 1931 en la antigua vivienda-taller que el pintor se hizo construir entre los años 1910 - 11 y que su viuda donó al Estado Español con todas sus colecciones para crear un museo en memoria de su marido.
Lo primero que llama la atención, son tres jardines que hay que atravesar hasta llegar a la casa, que el propio Sorolla diseñó y plantó con influencias de los jardines andaluces.
El primer jardín, inspirado en el Jardín del Laberinto de los Reales Alcázares de Sevilla |
El segundo jardín , inspirado en el Generalife de Granada |
El tercer jardín con una alberca sevillana. |
En la planta principal se encuentran las salas I, II y III que en su origen eran tres estudios que tenía el pintor para realizar su trabajo.
En la sala I he visto el cuadro que quizá más me ha gustado de toda la colección. "Fiesta andaluza" un cuadro pequeño con un realismo impresionante.
Nos encontramos con cuadros y dibujos de todas sus etapas. Retratos de su mujer e hijos así como autorretratos; escenas de playa tanto del Mediterráneo como de Biarritz, Zarauz o San Sebastián; jardines de su casa, de la Granja de San Ildefonso, de los Reales Alcázares de Sevilla, del Generalife y la Alhambra de Granada...; temas marineros, costumbristas...
"¿Quién, como Sorolla, pintó la brisa marina en la playa? El olor es impintable; pero los cuadros de Sorolla a que me estoy refiriendo huelen a mar" (Ramón Pérez de Ayala, 1943)
Y, ¿qué mejor plan después de visitar el museo que ir a tomar una cañas?
Pues después de dar un paseo por Castellana, donde hemos visto un museo de escultura al aire libre (que contaré otro día), nos hemos acercado a la calle Ponzano en Chamberí, donde se puede hacer una buena ruta de tapas sin andar demasiado.
Hemos empezado en El Doble, en la calle Eloy Gonzalo 16 haciendo esquina con Ponzano. Una taberna de las de siempre. Con las paredes llenas de fotos de visitantes "ilustres" con los responsables del bar. Donde la cerveza se tira bien, como antes (no en vano luce la placa de Maestría cervecera de Mahou).
Después hemos estado en Fide (Ponzano, 8). Cervecería marisquería donde también saben tirar bien la cerveza. (Curioso que en los dos sitios nos han puesto la misma tapa...)
Antes de volver a casa, hemos tomado la última en la Bodega de La Ardosa, en la calle Santa Engracia 70. Un local pequeño, centenario, con estanterías llenas de botellas (como las bodegas de antaño) donde son típicas las patatas bravas (que no probamos porque se hacía tarde) Volveremos más despacio.
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