miércoles, 21 de diciembre de 2016

Restaurante Alfileritos 24

El día de la Inmaculada (8 de diciembre) fuimos a dar un paseo a Toledo. Llegamos sobre las 13:00 h y lo primero que hicimos fue ir a comer algo pues si lo dejas para más tarde sin haber reservado antes, lo de comer se convierte en una tarea prácticamente imposible.
Nos acercamos a un restaurante que ya conocíamos de alguna otra vez que hemos estado por allí.
Está en la calle de los Alfileritos 24 (como su propio nombre indica).
Esta calle formó parte de la muralla romana y visigoda y en ella hay una hornacina con la Virgen de los Alfileritos. Según la leyenda, las mozas casaderas que quieren novio si depositan un alfiler en la urna, lo encuentran con seguridad y sin tardanza. La imagen que os muestro es muy mala pero el reflejo en el cristal no me dejó hacer nada mejor.... Es la Virgen de los Alfileritos y el agujero por donde introducen los alfileres o, por lo que se ve, lo que tengan a mano.
El restaurante es muy acogedor y se come bastante bien. Como íbamos sin reserva, nos acomodaron en la planta baja, en un pequeño saloncito que parece una cueva (hay otro similar una planta más abajo).
Tomamos unas tapas riquísimas:
  • Pica pica: Kumato con mozzarella y vinagreta de albahaca, Croquetas cremosas de boletus, Patatas asadas con mojo y ali oli, Ciervo con salsa de setas.
  • Boqueroncitos crujientes con salsa de cítricos.
  • Queso Manchego D. O. Valparaíso.
  • Tostas de presa con salsa castellana.
  • Y, para terminar, Coulant de chocolate con frutos rojos.
Todo riquísimo.
Os muestro alguna imagen más del interior del restaurante:


Después dimos un paseo por la ciudad. Toledo es ideal para pasear, la pena es que suele haber mucha gente, pero a pesar de todo, es un placer recorrer su barrio judío y perderte por sus callejuelas...
 

Desde que en el año 1846 nació en Toledo  la Academia de Infantería ésta forma parte inseparable de la ciudad. Y eso se nota. El día que estuvimos era el día de su Patrona, la Inmaculada Concepción y el centro lo encontramos engalanado para la ocasión.
Paseando también nos encontramos con un cartel del Archivo Municipal de Toledo en el que se puede ver qué se vendía en las confiterías toledanas en 1770. Me pareció muy interesante y aquí lo comparto con vosotros. (Espero que si ampliáis la foto podréis leerlo)
Y hablando de dulces, no pudimos volver a casa sin comprar unas delicias de mazapán en Santo Tomé (Pza de Zocodover 7). Aquí llevan fabricando mazapán desde 1856... por algo será.
Pues con este fantástico escaparate de mazapán me despido hasta la próxima.
¿Se os ocurre mejor forma?






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