lunes, 9 de febrero de 2015

Estación fantasma de Chamberí


En la línea 1 del metro de Madrid, entre las estaciones de Bilbao e Iglesia, se encuentra la llamada estación fantasma de Chamberí.
Clausurada, abandonada y recuperada como museo, tiene una historia fascinante:
El 17 de octubre de 1919 el Rey Alfonso XIII inauguró en la estación de Cuatro Caminos la Línea 1 del Metropolitano madrileño desde Cuatro Caminos hasta la Puerta del Sol. Los ingenieros responsables de este avance en el transporte público madrileño fueron Carlos Mendoza, Miguel Otamendi y Antonio González Echarte. El arquitecto Antonio Palacios.

Esta línea tenía un recorrido de 3.480 metros y contaba con 8 estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (hoy Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Puerta del Sol. El tiempo de recorrido era de 10 minutos.
El 31 de octubre de ese mismo año se abren al público la estaciones terminales del recorrido, a fin de que el público se fuese habituando a este nuevo medio de transporte. El primer día de servicio viajaron 56.220 personas y la recaudación ascendió a 8.433 pesetas.
El crecimiento de la red de metro fue imparable. Incluso durante los años de la Guerra Civil se inauguró el primer tramo de la línea 3. Hay que destacar que durante la guerra, las estaciones abrían por la noche para poder ser utilizadas como refugio en caso de bombardeo.
Debido al incremento del número de pasajeros de la línea 1, en la década de los años 60, Metro decidió alargar las estaciones de esta línea de 60 a 90 metros para poder poner en servicio nuevos trenes de mayor capacidad, de hasta seis coches. Ante la imposibilidad técnica de ampliar la estación de Chamberí por su situación en curva y su proximidad a las de Bilbao e Iglesia, se decidió cerrarla en mayo de 1966.
La estación estuvo cerrada más de 40 años, hasta que en 2006 empezaron las obras de restauración que la convertirían en el museo que es hoy en día, inaugurado en 2008 como parte de un proyecto, Andén 0, que nos permite conocer la historia del Metropolitano así como la de Madrid. (La otra sede de este proyecto es la Nave de Motores de Pacífico)
Bajar a la estación de Chamberí es hacer un viaje en el tiempo. Viajar al pasado. Donde la publicidad se hacía sobre azulejos, donde el plano del trayecto del tren estaba pintado en la pared, donde no había torniquetes para salir, donde podías comprar tacos de 10 billetes para "evitar las molestias de aguardar en la cola" y billetes de ida y vuelta....
Un pasado en el que había personas atendiendo a personas, vendiendo los billetes, controlando los accesos...
Carteles orientativos en la estación. Pintados en la pared.
  

Carteles publicitarios sobre los azulejos
La estación en sí ya es un museo, pero el andén, protegido por unos cristales (los trenes siguen circulando por aquí) expone objetos que dan testimonio de la evolución de la red de Metro y de la propia ciudad.
 Publicidad de Metro.
Objetos pertenecientes al museo
El horario de visita es el siguiente: 
Viernes de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 19:00 horas
Sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas, incluyendo los que sean festivos. 

La visita es gratuita y el aforo es limitado por lo que vas entrando según van saliendo los visitantes que están dentro.
Según entras a la estación, a la izquierda, hay un espacio donde se proyecta un audiovisual explicativo de la historia del metro de Madrid. Muy interesante. Merece la pena dedicar unos minutos de la visita para verlo.
Si algún día viajáis en un tren de la línea 1 y entre las estaciones de Iglesia y Bilbao veis una estación donde el tren no para, recordad: no es una alucinación, es la estación fantasma de Chamberí.
Buen viaje.

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