Pues aquí tuvimos una comida familiar hace unos días y nos encantó. Ya habíamos estado en verano tomando tapas varias veces en esa fantástica terraza. Ésta ha sido la primera vez que hemos comido dentro del restaurante y lo cierto es que se han cumplido nuestras expectativas.
El personal siempre atento a nuestras necesidades y con un trato buenísimo. Tienen una carta muy apetecible en la que, además, indican qué platos son aptos para celíacos o adaptables para ellos. Incluso tienen pan sin gluten.
Después de pedir la comanda nos pusieron unos aperitivos riquísimos:
Los primeros fueron para picar al centro:
- Ensalada Finca Liana, Huevos rotos con chistorra, Revueltillo de ajos tiernos y morcilla de Burgos con costrones de pan frito.
- Merluza con salsa de espárragos blancos y carabineros, Solomillo de cebón, Chipirones en su tinta con arroz pilaf de tomillo.
- XXL (lomo de cebón al peso). Para compartir (claro!)
El vino, Legaris, Roble 2014. D.O. Ribera del Duero, elaborado con la variedad de una Tinto Fino 100%. Paso por barrica 100% de roble americano durante 3 meses. Muy fácil de beber.
Precioso día en familia, en un lugar agradable y acogedor, donde la relación precio/calidad, además, fue buenísima, sin duda.
Hasta la próxima!
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