Normalmente está cubierto de arena, pero cuando nosotros lo visitamos, estaba alquitranado y con un gran escenario para un espectáculo que se celebraría unos días después.
Este anfiteatro tiene 133 metros de largo por 101 de ancho y tenía capacidad para 24.000 espectadores que ocupaban las 34 gradas dependiendo de su nivel social.En el s. II la gente hacía colas durante horas para coger un buen sitio.
Con una altura de 21 metros tiene dos niveles con 60 arcadas. Por sus dimensiones, se encuentra entre los 20 más importantes del mundo romano, que cuenta con más de 400 edificios de este tipo, sin embargo, es el mejor conservado.
Tiene la forma de 2 teatros juntos, uno enfrente del otro con una pista elíptica para que todos los espectadores pudieran ver perfectamente el espectáculo. Esta pista tiene unas dimensiones de 68 x 38 metros.
Tiene unos enormes muros para sostener las gradas. Las piedras empleadas son de la zona.
Bajo las gradas y entre ellas, hay una amplia "red" de vomitorios que permiten desalojar el anfiteatro en muy poco tiempo.
En el año 1853 se celebró allí la primera corrida de toros.
Este anfiteatro se puede visitar libremente con una audioguía que va incluída en el precio de la entrada. Nosotros tardamos aproximadamente dos horas en realizar la visita.
Hay un itinerario señalizado con carteles que indican el número de la grabación en la audioguía.
Terminamos el recorrido visitando las galerías de los gladiadores donde además de un pequeño museo donde podemos ver cómo eran las armas que utilizaban durante la lucha, hay otra sala donde se rinde un homenaje al mundo de los toros.
Con ésto me despido por hoy. En el próximo post os hablaré de Niza, la siguiente parada en nuestro viaje.
Hasta pronto amigos!!
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