Por la carretera 222 con destino a Siena, atravesamos la región de Chianti, región vitivinícola por excelencia, que ofrece paisajes de postal. El vino ChiantiClassico, que se puede reconocer porque en su etiqueta lleva impreso un gallo negro, es el que está controlado por un consorcio que certifica el origen y la calidad de estos vinos.
Nuestra primera parada fue en Greve in Chianti, un precioso pueblo famoso por sus vinos. Tiene una preciosa plaza triangular, porticada, con restaurantes, tiendas de productos típicos, souvenirs, agradables terrazas... es el corazón de Greve in Chianti.
Junto a esta plaza se encuentra la Iglesia de la Santa Croce, de estilo neoclásico. Esta iglesia se construyó, en el lugar donde estaba una pequeña capilla, en la Edad Media y fue reconstruida entre los años 1833 y 1835.
El Museo di San Francesco tiene una amplia terraza desde la que hay unas bonitas vistas.
Es un pueblo pequeño, así que lo paseamos en poquito tiempo.
Muy cerca, a 1 km aproximadamente, hay otro pueblecito amurallado, Montefioralle, que merece una visita. (No hagáis la locura de subir andando!! En coche es más rápido y menos cansado). Es una maravilla pasear por sus calles medievales descubriendo preciosos rincones. Sin olvidarme de las preciosas vistas!!Aunque quisiera deciros qué fue lo que comimos, no me acuerdo, pero su aspecto ya lo dice todo....
Nuestra jornada no terminó aquí. Aún nos quedaba llegar a Siena y regresar a Florencia. Pero por hoy es suficiente. En el próximo post termino de contaros.
Os dejo con alguna imagen de Castellina in Chianti.
Hasta pronto amigos!!
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