Recuerdo que cuando era niña, en el colegio nos ponían como ejemplo de arquitectura gótica la Catedral de Burgos y siempre tuve ganas de visitarla. Hace poco tiempo puede hacerlo, por fín, y me encantó. Coincidió que se celebraba allí una edición de Las Edades del Hombre, así que aproveché para ver ambas.
La Catedral de Burgos se construyó sobre una catedral románica edificada a finales del siglo XI en el espacio que ocupó el Palacio de los Reyes de Castilla donado por Alfonso VI al obispo. Al ser Burgos una ciudad regia, en constante expansión hacia Europa por las alianzas políticas y el Camino de Santiago era necesario hacer una nueva catedral acorde con el rango y la importancia de la ciudad, así que el rey de Castilla Fernando III y el obispo Don Mauricio deciden hacerlo en 1221. Aquí se celebró la boda del rey Fernando con Beatriz de Suabia.
Accedimos al templo por la Puerta del Sarmental (siglo XIII) de estilo gótico. Es la más antigua, valiosa y mejor conservada de las cuatro que posee el templo.
Formada por tres niveles, el tímpano es fascinante. Aparece Cristo en su cátedra rodeado por los cuatro evangelistas sentados en pupitres con los símbolos que siempre les acompañan. En el dintel aparecen sentados los doces apóstoles conversando sobre el anuncio del evangelio. En las arquivoltas se pueden ver figuras de ángeles y músicos con instrumentos medievales.
Una vez en el interior, el recorrido que hicimos no es el habitual pues algunas capillas estaban ocupadas con la exposición que os comenté al principio.
La Capilla de San Juan de Sahagún fue la primera que pudimos observar. Documentada en el siglo XIV, fue capilla funeraria de la familia de los Rojas, cuyo escudo de siete estrellas aparece en las bóvedas. El retablo es barroco con la imagen de San Juan de Sahagún.
La Capilla de las Reliquias se puede ver a través de la reja que la separa de la capilla anterior. Es un espacio destinado a guardar las reliquias donadas a la catedral. Destacan la cúpula y la linterna barrocas muy ornamentadas con relieves en yeso policromado de las Virtudes y de Santos venerados en Burgos.
La Capilla de la Presentación, también llamada de San José por la imagen del retablo (atribuida a Juan Pascual de Mena), fue mandada construir por Gonzalo Díez de Lerma, protonotario y canónigo.
Tiene una preciosa bóveda estrellada y calada a la luz cenital.
En el
Trascoro se pueden contemplar las estatuas en alabastro de San Pedro y San Pablo. En el centro un lienzo flamenco que representa el encuentro de San Pablo el ermitaño y San Antón.
En lo alto del ventanal que hay a la derecha podemos ver el Papamoscas, figura autómata del siglo XVI que abre y cierra la boca cuando el reloj toca y da las horas. A su lado, el Martinillo anuncia los cuartos de hora.
La
Capilla de la Concepción y Santa Ana fue encargada por el obispo Luis de Acuña para su enterramiento. Es una capilla gótica en la que destacan los arcos de la entrada y la bóveda estrellada adornada con caireles. El retablo principal es la joya de la capilla, obra cumbre de la escultura tardo-gótica europea. A sus pies se encuentra el sepulcro de alabastro de Luis de Acuña.
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Bóveda Sepulcro de Luis de Acuña |
La
Escalera Dorada salva el desnivel de 8 metros que hay entre la calle y el interior de la catedral. Recibe este nombre por el brillo de las barandillas.
En 1516, el obispo mandó derribar una escalera anterior para impedir que los burgaleses de la zona alta de la ciudad la usaran para paso de mercaderías y a la vez evitar el ruido y suciedad que ocasionaba el tránsito de las personas. Poco después se encargó la actual a Diego de Siloe.
Es una escalera de doble tiro inspirada en modelos del Renacimiento italiano. La parte alta, con los medallones de San Pedro y San Pablo, simula un grandioso púlpito renacentista.
Junto a la escalera se encuentra la carroza de plata que se utiliza en la procesión del Corpus Christi.
El actual
Cimborrio se comenzó a construir en 1539, tras caerse el anterior al fallar las columnas que lo sustentaban. La reconstrucción duró hasta 1568. Es la linterna o cúpula más bella de todo el Renacimiento español.
"Parece más obra de ángeles que de hombres" dijo Felipe II.
Ocupando una posición privilegiada en el centro del crucero se encuentra la sepultura del Cid Campeador, D. Rodrigo Díaz de Vivar y su esposa Doña Jimena, que fueron depositados aquí en 1921.
El
Retablo Mayor se encuentra en el ábside de la nave central, la parte más antigua de la catedral y se encargó en la segunda mitad del siglo XVI. Está dedicado a la Virgen y muestra escenas de su vida como la Natividad, la Visitación, la Anunciación, la Virgen con el Niño y Santa Ana entre otras.
Cabe destacar la imagen en plata de Santa María la Mayor, talla del siglo XV así como el Sagrario y expositor.
El
Coro está compuesto de 103 sitiales en madera de nogal destinados a los ministros y cantores que participan en las horas litúrgicas de la Iglesia. Es el resultado de tendencias artísticas diferentes.
La sillería se realiza durante el siglo XVI y se pueden contemplar escenas en relieve del Antiguo y Nuevo Testamento además de temas bíblicos y vidas de santos.
También hay dos órganos, uno del siglo XVII y otro del siglo XIX, ambos restaurados y actualmente en uso.
La Capilla de la Natividad es la capilla funeraria de una familia adinerada que la financió con dinero de las Indias. De estilo manierista, está cubierta por una cúpula ovalada policromada.
El retablo está dedicado a la Natividad de la Virgen y está realizado en madera policromada y dorada.
La
Capilla de la Anunciación es una de las capillas absidales más antiguas de la catedral (siglo XIII). En 1636 se cedió al obispo Juan de la Torre y Ayala para su enterramiento. De la bóveda cuelga el recuerdo de su capelo episcopal.
En la
Girola, detrás del presbiterio, se hallan los relieves del trasaltar. Cinco retablos de piedra que relatan los últimos acontecimientos de la vida de Jesús. Impresionante.
La
Capilla de los Condestables está situada en el centro de la girola. Tiene planta hexagonal y en el centro destaca el sepulcro de los Condestables realizado en mármol de Carrara. La bóveda estrellada y calada, mezcla el cristal y la piedra para permitir el paso de la luz.
Las capillas que faltan estaban ocupadas con la exposición "Las Edades del Hombre" así que no pudimos verlas en su "estado original" pero continuamos nuestra visita en el Museo Catedralicio en el que están expuestas las piezas más destacadas del templo como las colecciones de pintura, orfebrería y tapices, además de algún sepulcro.
Estuvimos en Burgos 24 horas que nos dieron mucho de sí. Además de visitar la Catedral y la exposición, disfrutamos de un concierto y paseamos por el centro histórico. Durante este paseo me llamaron la atención distintas esculturas repartidas por la ciudad. Con ellas me despido por hoy.
Hasta pronto amigos!!
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