sábado, 5 de noviembre de 2016

Comillas

Comillas es otro de los maravillosos pueblos que he podido visitar el pasado verano. Está entre San Vicente de la Barquera y Santillana del mar y sin desmerecer a éstos, para mí, el pueblo más bonito de los tres (es mi humilde opinión).
Fuimos un viernes y coincidió que había mercadillo así que no pudimos apreciar en su totalidad la maravilla de centro histórico que se adivinaba entre puestos, toldos, vendedores, compradores....
A pesar de todo, es un pueblo que me enamoró.


La primera parada que hicimos fue en el Puerto. Un puerto muy recogido y con mucha historia. Construido en el siglo XVII y costeado por los vecinos de la villa fue el último puerto cántabro que mantuvo su tradición ballenera. En el muelle todavía se conservan cañones  de defensa.
En caso de temporal, cuenta con una compuerta articulada con la que cerrar la dársena y proteger las embarcaciones.

Puerto con un pasado minero, ballenero y pesquero cada vez tiene menos actividad debido a que cada vez hay menos pescadores y éstos se dedican, principalmente, a la pesca de anzuelo.
De aquí nos acercamos al centro y desde allí paseamos y descubrimos cosas interesantes que os cuento.
Además del Capricho, hay en Comillas otra obra de Gaudí, sencilla pero con su estilo inconfundible. Es la Puerta de los Pájaros (o puerta de moro). Construida en 1900 con desechos de piedra dispuestos irregularmente y dando forma redondeada a sus esquinas evitando las aristas. Consta de tres pasos: uno para los coches, otro para personas y el pequeño, circular, para los pájaros.
Si rodeamos la finca a la que da acceso esta puerta, llegamos al Mirador de Santa Lucía. Aquí hay una pequeña ermita y unas preciosas vistas de la playa.
En el centro puedes visitar la Iglesia de San Cristóbal. Cuentan que en el año 1617 sucedió un percance en la antigua iglesia de comillas durante la misa del domingo cuando el Duque del Infantado quería ejercer privilegio sobre uno de los asientos del templo. El pueblo, ofendido, decidió trasladar los oficios a la ermita de san Juan y construir una nueva iglesia. Para ello pondrían dinero, trabajo y unos cuantos años de sus vidas ya que pasó casi un siglo hasta que se ofició la primera misa. La iglesia se comenzó a construir en 1648 y en ella se venera al Cristo del Amparo, patrono de los pescadores.
Muy cerquita hay una placita donde está la Fuente de los tres caños. Fuente-farola de 1899, dedicada a D. Joaquín del Piélago, ilustre comillano que financió la traída de aguas a la Villa. Recuerda a un candelabro barroco decorado con motivos florales y vegetales. Culmina con el punto de luz, que simboliza que Comillas fue el primer pueblo de España con luz eléctrica.
En Comillas también se puede ver un claro ejemplo de arquitectura indiana: la Casa Ocejo. Fue adquirida por el primer Marqués de Comillas para su madre y la utilizaba la familia en los meses de verano. En 1881 el Marqués invitó al Rey Alfonso XII a pasar sus vacaciones en esta casa y aquí también se celebró un Consejo de Ministros presidido por el propio Rey para lo cual Comillas se convirtió en capital de España por un día.
Muy cerca de esta casa hay una entrada a los jardines de Sobrellano, donde se puede visitar el Palacio y la Capilla.
El Palacio de Sobrellano es de estilo neogótico-modernista, del arquitecto Joan Martorell a quien el primer Marqués de Comillas encargó la obra. Se comenzó a construir en 1881 y las obras finalizaron en 1888. El Marqués no llegó a verlo terminado ya que falleció en 1883. 
Junto al Palacio se encuentra una Capilla-Panteón que fue el primer edificio modernista que se construyó en Comillas. De estilo neogótico, también fue obra de Joan Martorell.
Desde los jardines de Sobrellano, además, hay unas vistas magníficas de la antigua Universidad Pontificia que se encuentra en lo alto de La Cardosa. Este edificio lo mando hacer el Marqués de Comillas (Antonio López y López) para la formación de jóvenes sacerdotes. Se comenzó a construir en 1883 y la obra finalizó en 1892. El arquitecto del Seminario y de la puerta de acceso a esta finca fue Joan Martorell y el estilo de ambos, neogótico-neomudejar modernista.
El Cementerio también es una gran obra de arte. Situado en una colina frente al mar, está enclavado dentro de las ruinas góticas de una antigua iglesia. Precisamente la iglesia en la que ocurrió el percance que, en 1617, dio lugar a que los vecinos de la villa decidieran construir la actual Iglesia de San Cristóbal. El arquitecto fue Lluis Doménech i Montaner y el diseño es de 1893.
En lo alto del muro de la iglesia hay una escultura realizada en mármol por Josep Llimona del Ángel Guardian.
De Lluis Doménech i Montaner también es el Monumento al Marqués de Comillas, homenaje que el pueblo quiso hacer en 1889 a Antonio López por el gran beneficio que éste trajo a la villa.

Termino este post con la Casa del Duque, construída entre 1899 y 1902 para el Duque de Almodóvar del Río. Como consecuencia de la admiración de la burguesía española hacia el mundo anglosajón, se ve la influencia de la arquitectura inglesa.
Me falta hablaros del Capricho, precioso edificio modernista de Antonio Gaudí, pero esto merece un post aparte. Será el próximo....













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