jueves, 10 de noviembre de 2016

El Capricho de Gaudí

El Capricho, también conocido como Villa Quijano, es un palacete realizado por el arquitecto Antonio Gaudí en su primera etapa (1883 - 1885). Está considerado como una de sus primeras obras de relevancia y marca el comienzo del movimiento modernista.
Fue un encargo realizado por el abogado Máximo Díaz de Quijano (concuñado del primer Marqués de Comillas) que llevaba los asuntos legales del Marqués y de otros indianos en Cuba.
Es una casa pequeña, con planta en forma de U, con formas redondeadas, sin aristas y una elevada torre.

Si comienzas la visita por el invernadero, allí podrás ver un video que explica la historia de la construcción de la casa y te sitúa en ese momento histórico. También muestra los matices y simbolismos que puedes encontrar durante la visita. La mezcla de materiales como la cerámica vidriada, el ladrillo visto, el hierro forjado, creando gran variedad de texturas, algo muy característico de la arquitectura de Gaudí.
Detalle del invernadero
Durante la visita podéis acceder a todas las estancias de la casa, además del jardín y su gruta. Esta gruta nos habla del gusto de su creador por representar la naturaleza y quizá representa también la tendencia surgida en la época tras el descubrimiento de las cuevas de Altamira. En cualquier caso, sería un lugar confortable en verano.
El motivo decorativo más utilizado es la flor de girasol, además de elementos hispanoárabes y de la naturaleza. Es muy interesante descubrir todos estos motivos mientras vas conociendo el palacete.
Detalle de los techos
Detalle de la decoración en la sala de fumar
Podéis observar unas vidrieras llenas de color y de motivos inspirados en la naturaleza. Se encuentran en la sala de baño. Esta estancia permite comprender la acomodada vida de este emigrante adinerado.
Vidrieras
El servicio se alojaba en los desvanes. En éstos, el envigado de tijera permite crear un espacio amplio y luminoso. Aquí se pueden observar muebles y espejos diseñados también por Gaudí.
En el desván hay un acceso a una terraza-corredor que discurre por la zona interior de la U y otro acceso a un pequeño balcón que hay sobre la entrada a la casa. Desde aquí se aprecia muy bien la torre y su parte superior, que se llama cupulín. Éste se sostiene sobre cuatro finas columnas de hierro forjado. Cada columna indica con precisión los cuatro puntos cardinales. La torre, de 25 metros de altura, permite tener una perfecta visión del mar.
Pero desde este pequeño balcón se ven otras muchas cosas...
  • La capilla de Sobrellano de la que ya os he hablado en el post Comillas
  • La escultura de Don Antonio Gaudi observando su magnífica obra:
  • Un precioso banco donde poder disfrutar de las vistas que ofrece el edificio:
Fijaos en la barandilla de este balcón, funcional. verdad?
Os dejo alguna imagen más de esta preciosidad. Espero que os haya gustado.
Puerta de entrada











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