viernes, 9 de marzo de 2018

Paseo por Pastrana. Guadalajara

A unos 90 km de Madrid se encuentra Pastrana, un pequeño municipio de la provincia de Guadalajara, con una historia muy interesante.
 En 1569 pasó a ser propiedad de los príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva (consejero, valido y amigo personal de Felipe II) y Dña Ana de Mendoza y de la Cerda.
Éstos fueron los primeros Duques de Pastrana (título que les concedió el Rey) y con ellos llegó la época de gran esplendor a la Villa.
Llamaron a Santa Teresa de Jesús para que fundara un convento de Carmelitas Descalzas (finalmente se crearon dos, uno de frailes y otro de monjas). En 1570 se creó una de las fábricas de tapices más prestigiosas de España durante los siglos XVI y XVII. Para levantar esta fábrica y trabajar la seda llevaron un numeroso grupo de moriscos expulsados de las Alpujarras. También ascendieron la iglesia parroquial a Colegiata, dotándola de un Cabildo de 48 Canónigos y superando así en número a todas las Catedrales de España excepto la de Toledo.
Al morir Ruy Gómez en 1573, la Princesa de Éboli ingresó en el Convento de San José, incumpliendo reiteradamente la regla Carmelitana. Por este motivo, Felipe II le ordenó que abandonara el convento para ocuparse de su patrimonio y su familia.
En 1576 regresó a Madrid como una de las damas más acaudaladas y respetadas de la Corte. Allí inició una "vida inquieta" y por sus intrigas en la Corte fue detenida en 1579. Tras ser encerrada en la torre de Pinto y en el Castillo de Santorcaz, terminó sus días en su propio palacio de Pastrana, de donde no salió hasta que murió en 1592.
Esta es, a mi parecer, la interesante historia de Pastrana. En el s. XVIII los Duques trasladaron su residencia a Madrid y Pastrana inició su vida rural.
Paseando por Pastrana descubres verdaderos monumentos y rincones en los que se adivina su pasado medieval.
Destaca su Palacio Ducal, que fue mandado construir, en 1541, por Doña Ana de la Cerda (madrastra de la princesa de Éboli), primera señora de Pastrana. En la torre de Levante es donde estuvo prisionera la Princesa de Éboli entre 1581 y 1592, por orden de Felipe II.
Se organizan visitas guiadas y teatralizadas al interior del Palacio que, sin duda, son muy interesantes. (Se aconseja reservar. Tfno: 949 37 06 72) 
Este Palacio se encuentra en la Plaza de la Hora, llamada así porque durante el encierro de la Princesa de Éboli, el único contacto que tenía con el exterior era poder salir al balcón enrejado del torreón de levante durante una hora al día. Es una gran plaza en la que se hacían paradas militares, corridas de toros, recibimientos principescos... al estar frente al Palacio, ofrecía una imagen de poder.

También es muy interesante la Iglesia Colegiata que fue construida en el s. XIII por los caballeros calatravos como Iglesia Parroquial. Fue recibiendo añadidos hasta que en el s. XVII fue objeto de una gran ampliación promovida por el Arzobispo Fray Pedro González de Mendoza, hijo de los primeros duques de Pastrana. En su interior está el Museo Parroquial que contiene una importante colección de tapices flamencos sobre la conquista de las plazas del norte de África por las tropas de Alfonso V de Portugal, realizados entre 1475 y 1480, que han sido expuestos en museos de todo el mundo.

Frente a esta preciosa iglesia hay dos edificios de interés:
  • El Ayuntamiento, Casa del Concejo, gran caserón revestido en su fachada del clásico aparejo toledano con sillarejo alternando con grandes hiladas de ladrillo. Luce el antiguo escudo municipal tallado en piedra.
  • La Casa del Canónigo, donde vivieron los clérigos capitulares de la Iglesia Colegiata.
La Fuente de los Cuatro Caños, del s. XVI, es uno de los elementos urbanos emblemáticos de Pastrana.
También podéis ver el Arco de San Francisco y restos de la muralla que se comenzó a construir en el s. XIV y que rodeaba por completo la Villa.
La Casa del Caballero Calatravo la podéis ver en la calle La Palma. Ésta tiene el típico portón adovelado semicircular sobre el que se sitúa el escudo de algún señor de la Orden de Calatrava. 
En esta misma calle se puede ver una casa que, por los detalles ornamentales, se supone albergaba una Sinagoga judía.
El Palacio Viejo fue el único edificio construido fuera de la muralla medieval, como Hospedería de la Orden de Calatrava.
El Convento de San José, fundado por Santa Teresa de Jesús y los Duques de Pastrana en 1569,es un conjunto de casas. En una de ellas, en el s. XVII se hizo la sencilla iglesia actual.
En un lateral de este Convento, se encuentra un restaurante, El cenador de las Monjas, donde pudimos degustar una exquisita comida... pero eso os lo cuento en otro post...
Hasta pronto amigos!!











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