Escapada a Salamanca (III)

Hemos vuelto a Salamanca.
Ha sido el pasado domingo y en muy buena compañía.
Esta escapada ha sido un poco más turística y, por lo tanto, más intensa.
Aún queda mucho por contar, pero.... poquito a poco.
Hemos empezado nuestra ruta en la Plaza Mayor, y, saliendo por la Plaza del Poeta Iglesias, nos hemos dirigido hacia la catedral por la Rúa Mayor. Una vez allí hemos buscado el astronauta que está camuflado en la Puerta de Ramos de la Plaza de Anaya. No penséis que lleva allí desde el siglo XVI; en 1993 se celebró en la catedral la exposición de "Las Edades del Hombre". Con motivo de esta exposición, se decidió restaurar dicha Puerta de Ramos y siguiendo la tradición de añadir en cada restauración un elemento contemporáneo, el cantero labró esta figura en 1992. Parece ser que en 2010 algún desaprensivo le mutiló el brazo derecho en un acto de vandalismo. He encontrado una foto de ese año, de una de las visitas que hicimos, y si la comparamos con la foto que hice el domingo, se nota la restauración de dicho brazo.
Hay otras figuras: un dragón comiendo un helado de bolas, una liebre, un toro.....

Foto hecha en 2010                              Foto hecha en 2015

 

La Puerta de Ramos, se llama así por representar en el tímpano la escena de Jesús entrando en Jerusalén (Domingo de Ramos)

 



 

 

 

Puerta de la catedral en la calle del Cardenal Plá y Deniel

 



Esta catedral tiene mucha historia para contar, encontrar al astronauta es una anécdota. Le dedicaré otra visita para compartirla con vosotros.

Otro atractivo de esta ciudad es la universidad. Su fachada es una joya digna de contemplar. De estilo plateresco, realizada durante el reinado de los Reyes Católicos está repleta de simbología y ornamentos. No puedes irte sin encontrar la famosa rana. Cuenta la leyenda que el estudiante que vaya a estudiar a Salamanca y encuentre la rana en la fachada de la Universidad, tendrá suerte y aprobará los exámenes. Siempre está rodeada de gente observando y disfrutando esta maravilla.

 

 Continuamos nuestro paseo bajando hacia el río Tormes que atravesamos por el puente románico. Este puente forma parte de la Vía de la Plata y junto a él se encuentra el verraco de piedra en el que se supone que el ciego estampó la cabeza del Lazarillo.

 

Río Tormes desde el Puente Romano

 



Volvimos sobre nuestros pasos para ir a visitar la Casa Lis, actualmente Museo de Art Noveau y Art Déco.

 

Fachada sur de la Casa Lis

 



Esta casa era un palacete privado que, a principios del s. XX,  mandó construir D. Miguel de Lis, sobre la antigua muralla de la ciudad. A lo largo de este siglo, tuvo distintos propietarios hasta que en los años ochenta, el Ayuntamiento de Salamanca expropió el edificio para salvarlo de la ruina. En 1995 se inauguró el actual museo. 

El edificio es muy luminoso. Está organizado en torno a un patio interior cubierto por unas preciosas vidrieras, además de las que se pueden ver en la fachada sur.

El museo expone distintas colecciones de artes decorativas muy interesantes: Porcelanas, Esmaltes, Bronces Viena, Joyas, Vidrios, Bronces, Abanicos, Muebles, Pintura, Juguetes, una impresionante colección de Muñecas de distintas procedencias...

Un museo muy interesante. Merece la pena una visita.

Dejo enlace donde podéis encontrar toda la información: Casa Lis

 

No muestro fotografías del interior pues estaba prohibido hacerlas. Una pena.

 

Según sales del museo continúas por la calle Patio Chico y al llegar a la Calle Arcediano, al final, está el Huerto de Calixto y Melibea. Un jardín sobre la muralla en el lugar en que se cree que Fernando de Rojas ubicó el lugar de encuentro de los protagonistas y escenario del trágico desenlace de la novela "La Celestina".

 

 

 

 De ahí nos fuimos a comer algo. Esta vez, el sitio elegido fue La Tentazión. Un local con acceso desde la Plaza Mayor o la Plaza del Poeta Iglesias.

 

 

Es un local de decoración moderna con una gran variedad de tapas, raciones y pinchos. Lo más interesante es que en su carta aparecen reflejados platos sin gluten y vegetarianos. Además los precios son bastante asequibles teniendo en cuenta la ubicación del sitio.

 

 

Esto fue lo que pedimos:

 

Patatas Bravas y Ali-Oli, Sartén de Huevos Rotos, Tentazión a la brasa

 

Montadito de solomillo con roquefort y mini hamburguesa de buey

Regado con unas copitas de Rioja Luis Cañas Crianza, todo muy rico, aunque las bravas tenían poca "bravura".

De aquí nos fuimos a tomar un café al Café El Corrillo. Este Café Restaurante también tiene doble acceso: por la calle Meléndez, 18 y Plaza San Benito (muy cerca de la Casa de las Conchas). Aquí puedes desayunar, comer, cenar, tomar una copa en un ambiente tranquilo... y además, disfrutar de música en directo.

Y aquí terminó nuestro domingo de turismo por Salamanca.