Sintra está a unos 25 km de Lisboa y nos acercamos allí en tren. Al igual que os comenté en el post del Barrio de Belem, fuimos temprano para evitar aglomeraciones (aunque no lo conseguimos...)
Al bajarnos del tren teníamos que coger un autobús que te sube al Parque en el que se encuentra el Palacio da Pena pero, ante la duda, pedimos un coche con conductor que nos dejó en la puerta del recinto en unos 10 minutos.
A pesar de haber madrugado, ya había una cola considerable. En realidad, dos colas, una para comprar los tickets y otra para entrar, así que decidimos comprarlos por internet mientras esperábamos en la segunda.
Una vez dentro, hay unos autobuses que te suben hasta el Palacio pero allí también había mucha gente!! Así que decidimos subir caminando y realmente fue un paseo muy agradable.
El Palacio da Pena se encuentra en lo alto de una cima que es el segundo punto más alto de la sierra de Sintra y desde donde hay unas vistas fantásticas (si el día está despejado). Fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX. El Parque y el Palacio representan el máximo exponente del Romanticismo decimonónico en Portugal, con referencias arquitectónicas manuelinas y moriscas, y constituyen el marco más importante del Paisaje Cultural de Sintra - Patrimonio Mundial.
Para entrar al palacio también tuvimos que esperar cola... pero mereció la pena, pues visitas las distintas estancias del palacio como los dormitorios de los reyes, los distintos salones, hasta la cocina, en la que hay expuestos utensilios de los que se utilizaban en la preparación de los grandes banquetes...
En 1838 Fernando II (rey consorte de Portugal conocido como el Rey Artista), compró el antiguo convento de los monjes jerónimos de Nuestra Señora de la Peña, construido en 1511 y deshabitado desde 1834. El convento constituye hoy lo que se lama Palacio Viejo (edificio pintado de color rosa)
D. Fernando, además de restaurar el edificio religioso, que se encontraba en muy mal estado, añadió una nueva ala al Palacio que hoy se conoce como Palacio Nuevo (edificio pintado de color ocre).
Además de estas reformas mandó hacer el Parque da Pena en los alrededores del Palacio, con caminos sinuosos, pabellones, bancos de piedra... creando un jardín romántico en el que hay más de 500 especies arbóreas de todo el mundo.
Tras la muerte de la reina Doña María II, se casó con la Condesa de Edla, quien tuvo un papel determinante en la configuración de los interiores del palacio.
En la fachada principal se pueden ver unos azulejos con un modelo geométrico morisco que también se utilizaron en la Fuente de los Pajaritos que está en el Parque, muy cerca del Palacio. En esta fachada llama la atención el Tritón, mitad hombre mitad pez, que está en un pórtico alegórico de la creación del mundo. Por aquí se accede al patio de los arcos donde encontramos la capilla.
La Capilla es original del antiguo monasterio de los monjes Jerónimos. Su retablo es de alabastro del s. XVI y en una de sus vidrieras puede verse esa misma capilla con esos mismos cristales...
No puedo dejar de enseñaros algunos modelos de azulejos que visten las paredes del palacio tanto en el interior como en el exterior.
Después de visitar el interior del Palacio y hacer un montón de fotos en el exterior, dimos un pequeño paseo por el Parque, llegando hasta la Fuente de los Pájaros, que es un pabellón de estilo islámico con una cúpula esférica. Muy cerca está el Valle de los Lagos, otro paraje idílico formado por cinco lagos comunicados entre sí.
Cuando salimos del recinto estaba todo colapsado. Pensamos que, como lo hiciéramos, íbamos a tardar en bajar al pueblo una eternidad, así que, por no estar parados esperando autobús, taxi o lo que se nos ocurriese, decidimos bajar andando.
No sé el tiempo que tardamos pero fue una experiencia preciosa que recomiendo a todo el mundo. El camino a Sintra está atravesando el parking que hay frente a la entrada de los lagos. Está bien señalizado y es una ruta fácil de bajada desde la que, además, puedes disfrutar de preciosas vistas.
Antes de llegar a Sintra, pasamos por Vila Sasseti, preciosa mansión señorial, y sus jardines.
Una vez en Sintra, como apremiaba el hambre, nos fuimos directamente a comer a un pequeño pero acogedor restaurante: el Restaurante Regional de Sintra. Me llamó la atención una pantalla en la fachada con el menú, la carta en una tablet en distintos idiomas.. un establecimiento adaptado plenamente a las nuevas tecnologías, donde, disfrutamos de unos platos deliciosos y el personal fue muy atento y amable.
Después de comer, dimos un pequeño paseo por el pueblo. Es un pueblo con mucho encanto. En el centro histórico está el Palacio Nacional de Sintra y muy cerca, la Quinta da Regaleira.
Ayuntamiento |
Palacio Nacional de Sintra |
Quinta da Regaleira |
Hasta pronto amigos!!
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