viernes, 11 de octubre de 2019

Lisboa. Barrio de Belem

El barrio de Belem está situado frente al río Tajo, al oeste del centro de Lisboa, y tiene un fantástico conjunto monumental.
El Monasterio de los Jerónimos, del siglo XVI, es un buen ejemplo de estilo gótico manuelino.El rey Manuel I lo mandó construir para conmemorar el regreso de la India de Vasco de Gama. De hecho se construyó sobre los restos de una antigua ermita donde dicen que éste y su tripulación rezaron antes de viajar a la India. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983.
Tiene una impresionante iglesia cuya portada es de estilo manuelino y en su interior nos encontramos con seis interminables columnas talladas que son una maravilla. Aquí se encuentran las tumbas de Vasco de Gama y Luis de Camoes.
Sepulcro de Luis de Camoes
Sepulcro de Vasco de Gama
El claustro, de doble piso abovedado y planta cuadrangular, por su valor y simbología, es uno de los monumentos más significativos del estilo manuelino.
En la zona superior se accede a un balcón desde donde se puede ver la iglesia en toda su magnitud.
Desde el claustro también se accede a una sala dedicada a la evolución del monasterio comparándola con hechos importantes acontecidos en el mundo a lo largo de la historia. Muy interesante, sin duda.
Una parte del monasterio está destinada al museo nacional de arqueología que, esta vez, no hemos visitado. (Queda pendiente...)
La Torre de Belem, también del siglo XVI, está situada a la orilla del río y era una fortificación de defensa. Es de estilo manuelino y marca el fin de las torres de homenaje medievales, formando uno de los primeros baluartes para artillería en Portugal. Con el paso del tiempo dejó de tener un uso defensivo y fue centro recaudador de impuestos e incluso prisión.  En 1983 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Muy cerca de la Torre está el Monumento a los Descubrimientos que fue levantado a mediados del siglo XX como homenaje a los descubridores y navegantes portugueses. Es un enorme monolito de piedra con forma de carabela en el que aparecen 33 personalidades representativas de la era de los descubrimientos mirando al Tajo.
En el barrio de Belem no puede faltar la visita a la Única Fábrica de Pasteles de Belem, la que dicen que es la original, en cuyo interior hay varias salas donde poder degustar esos riquísimos pasteles de nata y donde suele haber grandes colas para comprar estas delicatessen que elaboran aquí, desde 1837, según una antigua receta del Monasterio de los Jerónimos.
Me despido por hoy no sin antes daros un consejo: Para evitar las largas colas que suele haber para visitar cualquiera de estos monumentos, lo mejor es estar allí a primera hora. Al menos el primero de los sitios que visites lo harás sin demasiados agobios.
Hasta pronto amigos!!

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