viernes, 26 de octubre de 2018

Paseo por Zamora

No es la primera vez (ni será la última) que os cuento cosas de Zamora. Os hablé de sus tapas y de algún bonito rincón de la ciudad en este post, y hoy os voy a contar otro paseo que dimos, no hace mucho, por la orilla del río.
Las Aceñas de Olivares son un conjunto de molinos edificados dentro del río Duero, cuya implantación en Zamora se conoce desde el siglo X. Eran industrias cuya relevancia económica hizo que estuvieran bajo el dominio de la nobleza o de la Iglesia, como es el caso de éstas, que dependían del Cabildo catedralicio.
Estos edificios han sido restaurados y los mecanismos que se pueden observar en ellos son reproducciones de los que debieron existir en este tramo del Duero hasta que dejaron de utilizarse en el siglo XX.
Mazo o Martinete
Batán o Pisón
Molino Harinero
Hay tres aceñas, cada una con un nombre: La Primera, la Manca y la Rubisca. La parte superior se ha dedicado a exposiciones aunque me han parecido un poco descuidadas.
Muy cerca de allí podemos ver el famoso Puente de Piedra que se ha convertido en un símbolo de la ciudad. Fue construido en el siglo XII en sustitución al puente romano que unía el centro con los barrios del otro margen del río. Consta de 16 arcos apuntados con aliviaderos y cruza la parte más ancha del río.
Desde aquí, subiendo por la calle Cabildo y cruzando la Puerta del Obispo, llegamos a la Catedral.
La Catedral de Zamora data del siglo XII y es una de las más pequeñas y antiguas de Castilla y León. Fue declarada Monumento Nacional en el año 1889.
Su principal característica es su cimborrio, de influencia bizantina y con escamas de piedra.
En el interior podéis ver un precioso retablo mayor (diseñado por Ventura Rodríguez), magníficas rejas castellanas del primer renacimiento, varias capillas que se fueron añadiendo al edificio románico, entre otras cosas. Os muestro alguna imagen.

Del exterior, además del cimborrio, cabe destacar la Portada del Obispo, que es la única puerta que se conserva íntegramente.
Junto a ésta, podéis ver el Palacio Episcopal, edificio de estilo neoclásico construido en el siglo XVIII sobre otro ya existente.
Muy cerca de la Catedral, está el Castillo. No está muy claro si lo mandó construir Alfonso II de Asturias o Fernando  I de León, pero de lo que no hay duda es de que data de mediados del siglo XII. Se conserva la planta y alguna torre, desde la que hay magníficas vistas de la ciudad. y de la catedral.
Siguiendo la muralla, os encontraréis el Portillo de la Lealtad, antes llamado Puerta de la Traición, que es un acceso al primer recinto amurallado de la ciudad. Según la leyenda, por esta puerta entró Bellido Dolfos tras dar muerte al rey Sancho de Castilla y liberar del cerco a la ciudad de Zamora.
A la derecha de esta puerta, está la Iglesia de San Isidoro, de finales del siglo XII y situada dentro del primer recinto amurallado. Fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en el año 2013.
Pues hasta aquí llegó nuestro paseo por Zamora. Todavía hay mucho más por ver, así que queda pendiente.  Espero que os haya gustado esta "pizquita zamorana" y sirva para conocer un poquito más esta preciosa y desconocida ciudad.
Os dejo con un poema de Blas de Otero que luce en una de las Aceñas.
"Zamora era de oro,
Ávila de plata.
Contra el azul del cielo 
torres se dibujaban.
Románicos mosaicos,
ágiles espadañas, 
Zamora de oro,
Ávila de plata."
Hasta pronto amigos!!

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